Vivimos en un mundo que valora los resultados, pero ¿qué sucede cuando esos resultados no llegan a pesar de nuestros esfuerzos? 🤔 Muchas personas se enfocan en el «hacer» y el «tener», sin darse cuenta de que el verdadero cambio comienza en el «ser». Aquí es donde el Coaching Ontológico se convierte en una herramienta esencial para la transformación personal y profesional.
Este enfoque se centra en quién eres mientras haces lo que haces. A través del coaching ontológico, puedes cuestionar tus creencias, redefinir tu identidad y cambiar la forma en que te relacionas contigo mismo y con el mundo. En este artículo, te mostraré cómo el coaching ontológico te ayudará a redescubrirte y alcanzar nuevos niveles de éxito y satisfacción.
El coaching ontológico es un enfoque de desarrollo personal que se basa en la ontología, el estudio del ser. A diferencia de otros tipos de coaching que se enfocan en metas externas y resultados, el coaching ontológico trabaja desde el interior hacia el exterior, ayudando a las personas a tomar conciencia de su forma de ser y de cómo esta impacta en su vida.
En el coaching ontológico, se hace hincapié en tres dominios fundamentales del ser humano:
En el coaching ontológico, el lenguaje juega un papel crucial. Lo que te dices a ti mismo y lo que comunicas a los demás no solo describe la realidad, sino que la crea. ¿Cuántas veces te has encontrado diciéndote frases como «No soy capaz» o «Nunca lo lograré»? Este tipo de lenguaje limita tus posibilidades y te mantiene atrapado en creencias que no te permiten avanzar.
Ejemplo práctico:
Un cliente, Juan, llegó a mis sesiones sintiéndose incapaz de avanzar en su carrera. Al profundizar en su lenguaje, descubrimos que repetía frases como «No soy lo suficientemente bueno» y «Siempre fracaso en mis proyectos». A través del coaching ontológico, trabajamos en transformar esas afirmaciones limitantes en declaraciones poderosas como «Estoy aprendiendo y mejorando cada día». Este cambio en su lenguaje no solo modificó su percepción de sí mismo, sino que le permitió tomar decisiones más valientes y avanzar en su carrera.
Otro aspecto importante del coaching ontológico es el cuerpo. Tus posturas, gestos y acciones reflejan tu estado emocional y mental. Si estás constantemente encorvado, con los hombros caídos, es probable que te sientas inseguro o desmotivado. Al cambiar tu postura, puedes cambiar tu estado interno.
Ejemplo práctico:
María, una empresaria que se enfrentaba a desafíos en su negocio, llegó a mí con una postura corporal encorvada y con poca energía. A través del coaching ontológico, trabajamos en cambiar su postura: hombros hacia atrás, mirada al frente y una respiración más profunda. Este simple cambio en su cuerpo tuvo un impacto inmediato en su confianza y en su capacidad para tomar decisiones difíciles.
Las emociones son otro pilar del coaching ontológico. Nuestras emociones nos predisponen a tomar ciertas acciones o a evitar otras. Por ejemplo, cuando sientes miedo, es probable que evites enfrentar situaciones desafiantes, mientras que cuando sientes confianza, es más probable que tomes riesgos y avances. Estrategias clave:
El coaching ontológico no solo se enfoca en el cambio de comportamiento, sino en un cambio profundo en la forma en que te relacionas con el mundo. Esto te permite ser más consciente de tus acciones, decisiones y emociones, lo que te lleva a resultados más satisfactorios y alineados con tu verdadera esencia.
Historia de transformación:
Pedro, un directivo de una gran empresa, sentía que había alcanzado el éxito profesional, pero se sentía vacío. A través del coaching ontológico, trabajamos en redefinir su identidad y en cómo se veía a sí mismo más allá de los títulos y logros. Al centrarse en su forma de ser, Pedro descubrió un nuevo propósito que le permitió sentirse más pleno y equilibrado, tanto en su vida personal como profesional.
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