La manera en que nos comunicamos refleja mucho más que palabras. Es una ventana hacia nuestros pensamientos, emociones y valores. En un mundo donde la información fluye constantemente, ¿te has preguntado cómo tus palabras impactan a los demás y a ti mismo? Hoy, exploraremos una enseñanza ancestral, el cuento de Las Tres Rejas, y cómo esta puede ser un punto de partida para transformar nuestra comunicación mediante el coaching.
A través de este artículo, descubriremos cómo aplicar esta sabiduría en nuestras interacciones diarias, mejorando nuestras relaciones y promoviendo una comunicación más consciente.
En cada uno de nosotros habita un potencial infinito que, en ocasiones, se ve eclipsado por creencias limitantes o patrones de pensamiento que nos alejan de nuestra mejor versión. Hoy, quiero compartir contigo una historia que nos invita a cuestionar nuestras palabras y acciones, reflexionando sobre cómo impactan en nuestro entorno y en nosotros mismos.
Un joven discípulo de un filósofo sabio llegó a su casa, visiblemente alterado.
—“Escucha maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…”
El filósofo, sin perder la calma, respondió:
—“Espera un momento. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?”
El joven, algo confundido, preguntó:
—“¿Las tres rejas?”
El sabio explicó:
—“Sí, la primera reja es la Verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?”
—“No, lo oí comentar a unos vecinos.”
—“Bien, entonces al menos habrás pasado por la segunda reja, que es la Bondad. ¿Eso que deseas contarme es bueno para alguien?”
—“No, en realidad no. Al contrario…”
—“Ah, vaya. Veamos la última reja: la Necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?”
—“A decir verdad, no.”
—“Entonces,” concluyó el sabio sonriendo, “si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.”
El cuento es más que una simple historia; es una herramienta práctica para evaluar cómo nos comunicamos. Cada reja simboliza un valor que, aplicado con regularidad, puede transformar nuestras interacciones.
La primera reja nos pregunta si lo que vamos a decir es cierto. En un mundo lleno de rumores y medias verdades, la verdad es esencial para construir confianza.
¿Cuántas veces compartimos información sin verificar su autenticidad? Al priorizar la verdad, evitamos malentendidos y daños innecesarios.
La segunda reja nos invita a reflexionar si nuestras palabras son amables y constructivas. Este filtro nos recuerda el poder que tienen las palabras para edificar o destruir.
Ejercicio práctico: Antes de hablar, pregúntate: ¿Esto aportará algo positivo a la otra persona?
El último filtro nos confronta con la pregunta de si lo que queremos comunicar es realmente necesario. En muchas ocasiones, el silencio es la mejor respuesta.
Ejercicio: Practica la contención verbal. Antes de intervenir en una conversación, pregúntate: ¿Es realmente necesario que diga esto ahora?
Este cuento nos invita a reflexionar sobre la importancia de filtrar lo que decimos y hacemos. La palabra tiene un poder transformador; puede construir puentes o derribar murallas. Sin embargo, ¿cuántas veces nos detenemos a pensar si lo que estamos comunicando cumple con los principios de verdad, bondad y necesidad?
En coaching, trabajamos constantemente en el desarrollo de la autoconciencia para cuestionar nuestras narrativas internas y externas. El proceso de introspección nos ayuda a identificar si nuestras palabras están alineadas con nuestros valores y objetivos.
Vivimos en una era de sobreinformación donde, muchas veces, se prioriza la velocidad sobre la veracidad. Este cuento es más que una anécdota; es una herramienta poderosa que nos invita a reflexionar sobre la calidad de nuestra comunicación.
El Coaching como Guía para la Comunicación Consciente
El coaching, particularmente el coaching ontológico, profundiza en cómo nuestras palabras y pensamientos dan forma a nuestra realidad. A través de este enfoque, aprendemos a cuestionar nuestras narrativas internas y a ser más conscientes de nuestro lenguaje, permitiendo una comunicación más auténtica y alineada con nuestros valores.
Para aplicar esta enseñanza en tu día a día, te propongo un ejercicio simple pero poderoso:
Al final de cada día, dedica unos minutos a escribir sobre las conversaciones que tuviste. Pregúntate:
Antes de hablar en situaciones importantes, mentalmente pasa tus palabras por las Tres Rejas. Esto no solo mejorará tus relaciones, sino que también fomentará un ambiente de respeto y confianza.
Desde la perspectiva de la psicología, la comunicación consciente se relaciona con la capacidad de ser plenamente conscientes del impacto de nuestras palabras. Estudios sobre inteligencia emocional destacan que una comunicación efectiva no solo mejora las relaciones personales y profesionales, sino que también reduce el estrés y mejora la salud mental.
Un artículo publicado en Psychology Today enfatiza que la práctica de la autoconciencia y el filtrado de nuestras palabras puede incrementar nuestra empatía y reducir conflictos. Puedes explorar más sobre este enfoque en este enlace.
El coaching no es solo un espacio para establecer metas, sino también para cuestionar nuestras creencias y patrones de comportamiento. En particular, el coaching ontológico nos ayuda a identificar cómo nuestras interpretaciones y lenguaje dan forma a nuestra realidad.
En las sesiones de coaching, exploramos preguntas poderosas que nos llevan a un nivel más profundo de autoconocimiento, como:
Si deseas saber más sobre cómo el coaching puede transformar tu vida, te invito a visitar Sesiones de Coaching con Ariel Díaz.
Te propongo un ejercicio basado en el coaching ontológico:
La comunicación consciente es una habilidad que se puede desarrollar con práctica. Aquí te comparto algunas estrategias que te ayudarán en este camino:
Dedica tiempo a escuchar realmente lo que otros están diciendo, sin juzgar ni interrumpir. La escucha activa fortalece las relaciones y evita malentendidos.
Elige palabras que inspiren y motiven. Cambiar «no puedo» por «lo intentaré» puede marcar una gran diferencia en tu mentalidad y la de quienes te rodean.
Al igual que revisamos nuestros planes, es crucial evaluar cómo nos comunicamos. Identifica áreas de mejora y trabaja en ellas continuamente.
El cuento de Las Tres Rejas nos muestra que la comunicación consciente no solo mejora nuestras relaciones, sino que también nos ayuda a crecer como individuos. Si aplicas estos principios en tu vida diaria, podrás construir conexiones más significativas y evitar conflictos innecesarios.
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